GRACIAS, SEÑOR (3)

¡Hola amigos! Después de algunas semanas de ausencia, aquí estoy otra vez con ustedes. Algunos problemas de salud me mantuvieron en reposo casi absoluto.
¡Gracias al Señor ya estoy bien! (Sólo con un resto de sinusitis que, por su gracia, iremos venciendo.)

Gracias también a los amigos y hermanos del Grupo de Oración Intercesora que estuvieron orando por mí y por sus demostraciones de cariño. ¡Que DIOS los bendiga!

Tenemos más agradecimientos:

• Hace un tiempito, el Pastor Luis Pérez fue operado de ambos ojos. Él y su familia agradecen al Señor por su recuperación.

• Delia nos había pedido que oráramos por su hija. Con gran alegría quiero contarles que Andrea ha aceptado a Cristo y que tomó la decisión de entregarse a Él mediante el bautismo. Será el próximo sábado 24, por la tarde, recordemos elevar una oración de gratitud por ella y de alabanza a nuestro Dios por este triunfo del Evangelio.

• Gracias al Señor por dos bebés: el sobrinito de Orlando Morales, que ya está bien de salud; y por Braian Barbar, de Strobel, que está mejorando.

• Alabamos al Señor porque Betina, de Buenos Aires, y Graciela Mendoza, de Gualeguay, se han recuperado de los problemitas que tenían por sus embarazos.

• También Rosa, de Crespo, agradece por su mejoría.

• Amigos, les cuento que a unos 8 kilómetros de aquí, en pleno campo, está Costa Grande. Durante varios años, distintos hermanos de la Congregación de Camarero, hemos tenido el privilegio de visitar a los vecinos de esa localidad rural compartiendo las buenas nuevas de salvación y el amor de Jesús. Ahora, unas semanas atrás, tuvimos la alegría de acompañar a Cecilia, que se unió a Cristo y a su Iglesia mediante el bautismo por inmersión (como fue bautizado Jesús). ¡Gracias a DIOS, con ella ya son cuatro las hermanas que lo alaban en ese lugar!

• ¡Hace diez días se pudo colocar la estructura para el techo de nuestro templo! ¡Gracias Señor! También queremos agradecer por todas las colaboraciones recibidas durante la Feria Americana que se realizó para recaudar fondos para la construcción. Poco a poco vemos como la obra avanza y se va acercando el día en que podamos reunirnos en esa casa, digna de su Nombre.

“¡Feliz el hombre que pone en el Señor su confianza,
y no mira a los soberbios, ni se desvía tras la mentira!”
Salmo 40:4